Saber cuándo prescribe una deuda en España, es imprescindible. Sobre todo, porque se tiende a pensar que una deuda durará por el resto de la vida. Sin embargo, la estrategia consiste en pagar, según un acuerdo previamente establecido, el monto pactado más los intereses devengados. En algunos casos, dichos compromisos no son para siempre, ya que cumpliendo con los lineamientos se pueden saldar rápidamente.
¿Es para siempre? ¿Cómo saber cuándo prescribe una deuda en España?
Para conocer cuándo prescribe una deuda en España lo primero que se debe considerar es que el Código Civil español, establece un límite máximo para cada instrumento de financiación. Dicha opción, solamente es aplicada para las deudas que no cuenten con plazos previamente establecidos. Por ello, existen diversos términos que dependen del tipo de deuda, tal es el caso de:
- Préstamos hipotecarios: la prescripción de la deuda puede establecerse por hasta veinte años. Cuando existan casos que no tengan un periodo de tiempo específico, se puede prescribir por un plazo de quince años.
- La hacienda o la seguridad social aclara cuándo prescribe una deuda en España: esta metodología cuenta con un tiempo para prescribir de cuatro años.
- Las deudas concedidas por la banca, que no sean destinadas a hipotecas, prescriben en cinco años.
- Las deudas para pensión por alimentación. Además de alquileres de vivienda o pago de servicios tienen una validez para la prescripción de cinco años.
Si un deudor no paga ¿Qué pasa?
El hecho de que los deudores no cumplan con sus compromisos suelen causar grandes preocupaciones. Sin embargo, no se recomienda resignarse pensando en que el saldo pueda llegar a extinguir con el paso del tiempo. La legislación establece claramente cuándo prescribe una deuda en España, por lo tanto se detiene el proceso para evitar que la deuda desaparezca. Para lograrlo, se tiene que dar inicio a trámites extrajudiciales y judiciales que permitan reclamar los pagos incumplidos.
Al iniciar con un proceso de reclamación de deuda lo que se recomienda es detener la prescripción. Esto significa que los plazos otorgados para el pago de la deuda serán eliminados y se comenzarán a contar nuevamente desde el principio. Para ello, el deudor debe de estar en conocimiento de todo ese proceso de reclamación.
Un ejemplo de ello sería: un arrendatario que durante cinco años no cumple en ningún momento con el pago de la renta. En ese mismo instante, se procede a realizar una reclamación extrajudicial o judicial, provocando que el plazo se reinicie automáticamente.
Los pasos para interrumpir una prescripción son los siguientes:
- Interponer una demanda judicial.
- Emitir una comunicación a las entidades financieras.
- Iniciar un procedimiento.
- Realizar un proceso de reconocimiento de la deuda.
Cuándo prescribe una deuda en España por tarjetas de crédito
Las tarjetas de crédito, en ocasiones, se consideran como un arma de doble filo. Pueden ser el principal instrumento de problemas económicos. Esto se debe al uso inadecuado, donde la deuda supera los ingresos obtenidos. No obstante, con cautela y una buena administración pueden ser elementos financieros beneficiosos, ya que sirven para solventar pagos imprevistos.
Se tiene que actuar con precaución, ya que las deudas traen consecuencias que son previamente establecidas en los contratos.
Las emisiones de las tarjetas de crédito establecen muy bien cuándo prescribe una deuda en España. Dicha reclamación es realizada con un procedimiento de monitoreo. El plazo con el que cuentan es de cinco años, esto se puede observar en el Código Civil español. Anteriormente, el plazo era de 15 años pero el mismo fue modificado en noviembre del 2015. Por ello, todas las deudas contraídas, antes de esa fecha aún cuenta con ese beneficio.
Solvencia financiera y precaución
El Código Civil establece muy bien cuándo prescribe una deuda en España, para cada instrumento financiero. Al momento de incumplir el contrato, los acreedores tendrán acudir a entes judiciales. Por este motivo, las deudas se convirtieron en uno de los mayores problemas de las sociedades modernas. Además, de que endeudarse actualmente no es nada complicado, y está a la disposición de todos.
No es igual que el acreedor sea la banca, a que sea la Hacienda o el Estado. Por lo cual, cada deuda adquirida trae plazos y condiciones diferentes y esto lo establecen al inicio del acuerdo.
Lo que, definitivamente, no cambiará es la alternativa del reclamo por el pago de las deudas, aun cuando existen diversos límites. Todo ello consta en el Código Civil, que detalla claramente los términos de cada contrato. Todo compromiso financiero tiene una fecha vencimiento, al llegar ese momento prescribe.