Las empresas deben recurrir a una serie de estrategias que les permita mantenerse y consolidarse en el tiempo. Para sobrevivir a un mercado altamente competitivo deben estar en conocimiento de qué es la ratio de tesorería y cómo se interpreta. En algunos casos, para que las operaciones fluyan con normalidad y las operaciones sean constantes se usa el financiamiento.
La toma de decisiones siempre ha sido considerada el eje fundamental de toda organización. Para que sean acertadas, es necesario medir los riesgos. Por fortuna, existe una herramienta que permite determinar si se cuenta con la capacidad para endeudarse y cumplir con los compromisos adquiridos, veamos de qué se trata.
¿Por qué es tan importante saber qué es la ratio de tesorería?
Conocer qué es la ratio de tesorería es fundamental para toda empresa. Su finalidad es determinar la capacidad para adquirir compromisos financieros, como deudas a corto plazo. A través de este instrumento se puede determinar si se cuenta con la disponibilidad de saldar las deudas durante un periodo inferior a un año.
En ese sentido, para tener una buena gestión empresarial, se debe tomar en cuenta este mecanismo. Su resultado incidirá directamente en la toma de decisiones. Por lo tanto, al hacer la comparación con los recursos empresariales se puede determinar si se puede saldar a corto plazo.
Usar la ratio de tesorería es de vital importancia. Sobre todo, porque los resultados indicarán cuál es la disponibilidad de pago de la empresa. Considera la liquidez y los bienes que determinan la capacidad de convertir la deuda en un pronto pago, a corto o mediano plazo.
Calculo para determinar la ratio de tesorería
La siguiente formula sirve para entender mejor qué es la ratio de tesorería:
Ratio de liquidez o tesorería= disponible + realizable/ pasivo corriente.
En el balance de situación se encuentran estos valores. La definición que aplica para cada uno de ellos es la siguiente:
- Disponible: es la cantidad de dinero disponible, tanto en las cuentas bancarias como en efectivo. Representa el activo líquido de la empresa.
- Realizable: son todos los activos fijos, bonos y derechos que pertenecen a la empresa y pueden servir para obtener liquidez. Las cuentas por cobrar y las inversiones en bolsa a corto plazo también se consideran en este punto.
- Pasivo corriente: en esta categoría se agrupan todos los compromisos pendientes por pagar. Se consideran los que están en un rango a corto plazo. Generalmente, para determinar la fecha de vencimiento se hace un análisis, clasificando las fechas cada 30 días. Un ejemplo de ello es: 0 a 30 días, de 31 días a 60, 61 a 90, 91 a 120.
Interpretación y valoración óptima
La interpretación es sencilla, el valor obtenido de la ratio es proporcional a la cantidad de posibilidades para cumplir con el compromiso. Es decir, un resultado de 3 se interpreta de la siguiente forma: por cada 3 euros de liquidez, se tiene la capacidad de pagar cada 3 euros del préstamo, en un plazo no superior a un año.
La valoración óptima de la ratio de tesorería debe ser igual a 1. De existir un valor inferior no se debe arriesgar al financiamiento. La razón es porque no se tiene la capacidad de liquidez para hacer frente a los pagos para pagar el préstamo en corto plazo.
Por otro lado, cuando la ratio es superior a uno, significa que hay factores de producción que no se están considerando. Ya que existe una liquidez que puede usarse para activar las cadenas productivas y obtener ingresos por este medio.
Estos valores pueden variar de acuerdo a la naturaleza o el sector de la empresa. De igual forma, factores como la situación financiera, los términos con los clientes y la relación laboral pueden incidir con este resultado.
Ratio de solvencia: diferencias
La ratio de tesorería está diseñada para ser determinado en un plazo no mayor a 365 días. Lo que quiere decir que se relaciona con deudas en corto plazo. Por lo tanto, la comparación se efectúa con la capacidad del pago, los recursos líquidos de la empresa o aquellos bienes que pueden servir para pagar la deuda.
En cambio, la ratio de solvencia hace un análisis general de todos los activos y pasivos de la empresa. Es decir, un recuento completo de las deudas. En resumen, es un panorama exhaustivo para analizar las deudas en corto, mediano y largo plazo.
Los dos indicadores son fundamentales para la toma de decisiones en la empresa. Basándose en estas mediciones se puede conocer el riesgo y la capacidad para hacer frente a ellos.