La acumulación de deudas provenientes de tarjetas de crédito, préstamos personales e hipotecas, es un problema bastante común dentro de la sociedad actual y que suele comprometer la salud financiera de muchas personas, siendo un problema bastante difícil de afrontar. Es por esta razón que muchas instituciones financieras ofrecen la reunificación de deudas como una solución.
Reunificar las deudas implica agrupar en un solo crédito todos los préstamos y deudas pendientes que tenga una persona. Esto se hace con el objetivo de reducir el importe mensual que se paga y la cantidad de intereses acumulados. De este modo, todos los compromisos adquiridos se consolidan en un pago único mensual, con una reducción de intereses bastante considerable.
Lo anterior es posible, ya que el conjunto de deudas es renegociado en un nuevo préstamo hipotecario, consiguiendo que las deudas a corto plazo (tarjetas de crédito y préstamos) pasen a formar parte de las deudas a largo plazo, con una tasa de interés anual mucho más conveniente. Gracias a esto, es posible salir de situaciones económicas frágiles y evitar caer en morosidad.
¿Cómo podemos agrupar todos los préstamos?
La reunificación de deudas no es un procedimiento especialmente complicado, en realidad es bastante sencillo en la mayoría de las ocasiones. Sin embargo, es requerido que la institución financiera a la cual se acuda, estudie con detenimiento la situación, analice las diferentes deudas, la cantidad de intereses que se pagan y apruebe la operación de renegociación de las deudas.
Tras este proceso de análisis y, en caso de resultar aprobado, se procederá a cancelar todas las deudas pendientes para posteriormente reunificarlas bajo una sola deuda, atendiendo a las condiciones, intereses y plazos de pago previamente negociados. En esta nueva hipoteca adquirida se estarán sumando todas las deudas pendientes con un nuevo tipo de interés.
Del mismo modo que se analizan las condiciones para adquirir cuentas bancarias, tarjetas de débito gratuitas y tarjetas de crédito, también es necesario tomarse el tiempo para evaluar las condiciones en que se renegocian y reunifican las deudas. Esta será la única forma de llegar a un acuerdo realmente ventajoso a largo plazo.
Ventajas e inconvenientes relacionados con la reunificación de deudas
En cuanto a las ventajas, se tiene la posibilidad de aumentar el periodo de pago y, por lógica, esto reduce considerablemente el pago mensual de aportación. Así, las deudas se vuelven mucho más fáciles de manejar en un pago consolidado con la tranquilidad de tener mayor cantidad de tiempo para saldar toda la deuda.
Como desventaja, la cantidad final de dinero a desembolsar por las deudas adquiridas será superior, no solo por las nuevas deudas sumadas a la hipoteca sino por el incremento de los intereses anuales y el coste relacionado con el proceso de reestructuración de las deudas (comisiones por cancelación, penalizaciones por pago anticipado y otros asuntos).
Por tanto, se considera que la reunificación de deudas debería ser la última opción planteada, solo recomendable cuando las finanzas personales se han debilitado al punto de volverse imposible realizar todos los pagos mensuales de forma independiente y no exista la posibilidad de llegar a algún acuerdo con tu institución financiera.