Crear una empresa y formalizarla es el sueño de muchísimas personas, pero no resulta una tarea sencilla debido, entre otras cosas, a la cantidad de trámites relacionados con la constitución formal del negocio. Además, es imprescindible tomar en cuenta algunos factores, tales como seguir una planificación a largo plazo, valorar riesgos, analizar la viabilidad del negocio, estudiar el mercado y más.
Cuando se decide emprender junto a terceros, también se vuelve necesario seleccionar la forma jurídica apropiada, teniendo en cuenta la cantidad de socios, el capital de la sociedad y la responsabilidad asumida frente a terceros. Según la forma jurídica seleccionada, será necesario adoptar legalmente una personalidad jurídica antes de comenzar con el ejercicio de la actividad.
Para facilitar tu camino como emprendedor y que no tengas que perder demasiado tiempo en investigaciones previas, te ofrecemos un listado de asuntos imprescindibles para que tu empresa empiece de forma correcta y con la menor cantidad de contratiempos posibles.
Organiza el plan de negocio
Una vez que se toma la decisión de emprender, lo siguiente será hacer un análisis de los recursos disponibles y posteriormente realizar un plan de negocio donde se visualice, en forma de esquema, todas las condiciones que la empresa deberá cumplir para funcionar de manera saludable y los puntos donde mayor esfuerzo debe concentrarse para alcanzar los objetivos.
Elección de la forma jurídica
Lo segundo será determinar el tipo de empresa que se requiere constituir en función al modelo de negocio establecido. Entre las formas jurídicas disponibles encontramos cooperativas, sociedades limitadas, sociedades anónimas y una larga lista de opciones. Es necesario que analices las características de cada una para poder elegir la que mejor se adapta a tus necesidades.
Recursos y capital social
Uno de los asuntos que más complican la tarea de emprender es obtener los recursos necesarios. El financiamiento a través de préstamos o créditos es una alternativa, pero muchos emprendedores prefieren unir esfuerzos con inversores y así obtener los recursos necesarios para la puesta en marcha del negocio, lo cual se conoce como capital social.
Estudiar el mercado y la competencia
Es necesario saber cuáles son los productos o servicios demandados en el mercado con el objetivo de perfeccionar nuestras ideas. También resulta imprescindible evaluar a la competencia y aprender de ella, siendo esta la única forma posible para destacar, consiguiendo que nuestro negocio se convierta en un éxito.
Registro de marcas y patentes
Además de los trámites relacionados con la constitución formal de la empresa y aquellos referentes a impuestos, también será necesario completar posibles registro de patentes, permisos de operación y registro de marcas, especialmente cuando el negocio se dedica a la comercialización de productos.
Puesta en marcha
Después de haber completado todas las gestiones anteriores, el emprendedor se encontrará casi listo para poner en marcha su proyecto. Por supuesto, según el modelo de negocio, es posible que todavía queden algunas tareas que completar, como la elección de la sede de operaciones, acondicionamiento del local, adquisición de mercadería, contratación de personal y más.